24 de diciembre de 2013

Navidad

Si el día de navidad pongo el año en negativo (como se hace con las fotos) el 25 es un día normal y el resto es mi navidad. Mi año fue mi navidad. Conocí a quién me hace sonreír en el pensamiento y por las sensaciones, y tuve un año que de describirlo con una palabra la que más bien me hace sentir al decirla es: "Redondito"

23 de diciembre de 2013

I

Disparenme si miento al decir que no existe sensación más hermosa, más maravillosa que saber que a quien tú amas sabes que te ama del mismo modo y a su manera.

15 de diciembre de 2013

Para despedir, un abrazo. Para saludar, un beso.

Todo se basa en un abrazo, creo yo. Ahí es donde uno pone sus mejores deseos, el mayor Amor y un implícito, pero claro, vuelve pronto. Hombros que se humedecen, tal vez, y oídos que se encuentran con los susurros de labios que prontamente besarán. Palabras que van cargadas como nunca, palabras en las que uno confía plenamente que nos ayudarán en ese momento a dejar una buena, aunque un poco triste, sensación. Todo eso una vez que el simple y a la vez complejo abrazo se pause. Y digo pause porque se reanudara después de que ese tiempo de agonía soportable acabe. Si supiera que el abrazo significa el punto final, no conozco ser humano que desee ponerle fin a uno que por cuenta propia quiso dar.

Aquí te tengo, entre mis brazos, sin la más mínima intención de dejarte ir, pero sé que en algún momento lo tendré que hacer. Disfruto cada segundo que pasa y siento tus brazos presionándome como para que nos fusionemos. Alegría de saber que estoy aquí contigo y pena de saber que no te puedo llevar.

No he dicho una sola palabra porque dejé de confiar en ellas hace mucho tiempo. Las usé bastante en su tiempo de gloria, confiando en que me ayudarían a hacerte sentir o darte a entender qué es lo que pasa acá dentro, pero ni este texto expresa con exactitud las cosas que siento. Muchas veces las palabras me pusieron en una situación que nunca quise estar, pues tus oídos naturalmente sólo escuchan lo que sale de mi boca y no como vibra mi cabeza. No quiero arruinar nada más, no quiero ensuciar nada más, por eso prefiero el silencio. Cuantas veces me miraste como a un desesperado loco cuando intentaba ordenar mi cabeza usando mi garganta, y cómo aumentaba esa idea de mí cuando repentinamente me callaba porque me había dado cuenta de que todo lo que estaba diciendo te daría la idea que no estaba intentando explicar. Las palabras me daban esperanza; creía que sólo hablando se podía decir la verdad. ¿Qué sería de tu mente si escucharas estos pensamientos? Nuevamente una razón de por qué no he dicho una sola palabra desde que te envolví en mis brazos. Creo que basta esta acción para expresar con exactitud lo que siento. Nunca había sentido que existía algo más preciso que las palabras.

Lo que tú estés ahora pensando es un enigma. No quiero siquiera preguntarte, porque pareciera ser evidente. Sé que muchas veces pregunté lo evidente sólo para que se me repitiera, porque simplemente me gustaba escucharlo otra vez, como si fuera mi canción favorita. Muchas de tus palabras me encanta escucharlas dos, tres, cuatro veces. Muchas de tus acciones me gusta presenciarlas diez, veinte, treinta veces, como si fueran mi película favorita.

Antes de llegar aquí veníamos de la mano, sabiendo que luego las soltaríamos para estar así, tal cual estamos, abrazándonos. Yo tomando tu mano, tú tomando la mía, apretada, como si ellas se estuvieran despidiendo también, como si ellas se estuvieran abrazando tal cual lo estamos haciendo nosotros. Nuestras manos. Tus manos en mi pelo, tus manos en mí. Mis manos en tu cara acariciándola mientras tú tienes los ojos cerrados o miras a otro lado. Recuerdo las muchas veces que estábamos sumergidos en esa simple acción, silenciosa y hermosamente ruidosa por dentro, y tú girabas tu cabeza y entraban al escenario otros personajes: tus ojos. Recuerdo cómo nos miramos fijamente durante mucho tiempo y yo inmediatamente, o a veces después de un tiempo, sonreía porque me era inevitable no sentir esas ganas de sonreírte, de mostrarte de ese modo cuán feliz me hace estar en esa posición. Tú sonríes y yo no me resisto: los ojos se cierran y un beso entre nosotros ocurre. Mi situación favorita.

Pero acá estamos, acá estoy, recordando lo que no tendré por un tiempo. Me alegra saber que es sólo un tiempo. Ya empiezo a sentir cómo quieres soltarme, y sé que no lo haces porque no te guste, sino porque de seguro ya llevamos tiempo abrazados. No tengo ni una pequeña idea de cuánto tiempo ha pasado, sólo sé que estás aquí y que, por Dios, no quiero dejarte. Pero no voy a resistirme, no quiero alargar aún más esto. Quiero todo lo contrario: irme, disfrutar y volver con los mejores recuerdos, las mejores emociones y sin dudas las mayores ganas de volver a pasar tiempo contigo.

Me soltaste. Te miro, la fábrica de lágrimas está funcionando como si quisieran llenar un océano, pero lo contengo, lo contengo, lo contengo, lo contengo, lo contengo.

¿Y qué es de un abrazo cuando nos volvamos a ver?

No creo que tanto como lo ha sido en la despedida.

¿Y qué es de un beso cuando nos volvamos a ver?




10 de diciembre de 2013

A 10 años más

¿Y si nos pudieran dar una mirada fugaz a 10 años más adelante en nuestras vidas?
Veríamos gente desconocida que en esos momentos parece ser muy cercana a nosotros, quizás; y nos sentiríamos curiosos de conocerlos y saber cómo es que llegaron a ser lo que serán.
Estaríamos muy felices de ver que aún seguimos viendo a las mismas personas que hoy tenemos; y por el contrario, quizás lloraríamos de inmediato al notar la ausencia de otros.
Veríamos nuestros pies puestos en un lugar que quizás ni imaginamos que podríamos estar, y otra vez nos sentiríamos curiosos de saber cómo llegamos a ese lugar.
Nos miraríamos a nosotros mismos y bastaría ver la cara que uno tiene para saber si vamos por buen camino o tenemos que ser un poco más libres.

¿Y si no supiéramos que va a amanecer?

¿Y si no supiéramos que va a amanecer?
El día estaría lleno de gente con energía incluso si despertaron cansados. A nadie le importaría nada más que disfrutar, y mientras ven que el sol se va y así su luz, habría más gente corriendo queriendo cumplir sus deseos, o veríamos gente sentada en las calles sonriendo y disfrutando a su modo del supuesto único día. Otras quizás pasarían el día entero intentando mirar el sol como si fuera un cometa muy brillante que no verán nunca más en sus vidas. Otros estarían desde la mañana llorando, lamentándose de por qué se les dio una vida tan corta, pero estarían los que quieren hacer el bien en su supuesto único día y ayudarían al que no sonríe. Las noches serían melancolía pura o de agradecimiento eterno.

¿Y a la mañana siguiente?
Sorpresa para el melancólico: sorpresa para el que lloraba por haber cometido un error, pues ahora podrá intentarlo otra vez; sorpresa para el que lloraba por no haber actuado a tiempo, pues ahora podrá intentarlo otra vez, o continuar; sorpresa para todos los que lloran, porque tendrán otra oportunidad, ya sea para intentarlo otra vez o para sobreponer un mejor recuerdo sobre el del día anterior. Sorpresas para los que agradecieron, porque tendrán un nuevo día y sentirán que se les entregó porque hicieron bien el día anterior, y querrán hacerlo otra vez.

Pero no, uno da por sentado que despertará al otro día...
Y otros se dan por muertos cuando el sol se esconde...

28 de noviembre de 2013

25 de noviembre de 2013

Ítaca

"Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino" 
 
 

Souls


:)


¿Descansemos?


Lugares: Liechstenstein


Lugares: Austria


24 de noviembre de 2013

Disfrutar

Disfrutar consiste en sentir que nada malo va a pasar y que todo lo que se escucha, se ve y se siente es pura verdad. No cuestionarse absolutamente nada.

22 de noviembre de 2013

Simple I

Si hay algo hermoso, simple y maravilloso por hacer en esta vida es mirar las estrellas alejado de toda luz artificial y rodeado de naturaleza con la persona que uno primero piensa al imaginar tan magnifica situación.

R-Ojo




Muchísimas veces es uno el que tiene el ojo rojo y no es el mundo el que está mal.

La mañana

"Y dicen que no hay hombre en la tierra que haya llorado en la mañana por un problema de la noche pasada"
  -Estudiante

17 de octubre de 2013

Sinceridad

Y cuando digo Amor, digo todo lo que es amor...

No es mi culpa que las otras personas mientan, no es mi culpa que las otras personas den ideas falsas de amor, no es mi culpa que las otras personas no se respeten entre ellas, no es mi culpa que las otras personas hagan cosas que no correspondan.

Yo sé que lo que digo es todo verdad, y desearía que la inocencia volviera a esas mentes que ya fueron ensuciadas no por experiencias, sino por historias.

Suenan...

Prefiero escucharte decir que tienes que volver a casa, a escribir en soledad mientras escucho las campanas

16 de octubre de 2013

Y una y otra y una vez más...

Me pierdo aun más en este océano de sentimientos cuando recuerdo su sonrisa y cuando recuerdo

13 de septiembre de 2013

Y todo estará bien

Dime que mi mal día terminará
Dime que estaré bien
Dime que todo se calmará
Dime que es sólo una etapa
Dime que no deje mis miedos dominar
Dime que no tengo la razón en todo
Dime que soy una persona normal
Dime que nada grave está pasando
Dime que no me preocupe
Dime que no soy el único en el mundo que piensa estas cosas
Dime que todo va a estar bien
Dime que es fácil
¿Lo es?
Entonces sonríe, búrlate de mí, dime Tonto
repiteme que me quede tranquilo,
que todo va a estar bien
Entonces sonreiré
Y de paso me ayudarás a controlar y eliminar
todas la sensaciones que no quiero
arruinen otro Lindo momento de mi vida.

28 de agosto de 2013

Por una vez en la vida

Imagino si nos dieran posibilidades concretas de hacer por una única vez y sin vuelta atrás cosas imposibles, o que por ahora suenan totalmente imposibles.

Imagino que por una vez en la vida podemos decidir hacer que el tiempo no avance.
Imagino que por una vez en la vida podemos eliminar por completo una sensación.
Imagino que por una vez en la vida podemos decidir entre sentir o pensar lo que sólo una persona piensa o siente, con el consentimiento de la otra persona. Algo así como un intercambio de cerebro o corazón. Sólo uno de los dos.
Imagino que por una vez en la vida podemos volar como si fuéramos un pajarito.
Imagino que por una vez en la vida podemos teletransportarnos, ida y vuelta, donde queramos.
Imagino que por una vez en la vida podemos saber qué pasará en cierto momento de nuestras vidas.
Imagino que por una vez en la vida podemos adelantar el tiempo.
Imagino que por una vez en la vida podemos revivir un momento.
Imagino que por una vez en la vida podemos cambiar algo del pasado.

Me costaría mucho decidir entre qué momento quiero detener el tiempo, o qué sensación eliminar, o en qué momento sentir lo que otra persona siente, o poder volar, o teletransportarme, o adelantar el tiempo.
Sé que no querría saber qué va a pasar en un determinado momento en el futuro y tampoco querría cambiar algo del pasado, sin embargo, pienso mucho en mi futuro y siempre estoy recordando.
Si esas posibilidades estuvieran en forma de pastillas, serían lo más apreciado del universo.
Y estoy seguro de que moriría sin haber ocupado una sola.
A menos que supiera que estoy a punto de morir, entonces sólo elegiría revivir un momento.

25 de agosto de 2013

Para la vida

Una de las simples acciones que trae bastante felicidad y buenas sensaciones es ayudar a otros, hacerlos felices. Olvidarse de uno mismo por unos momentos y dar grandes y hermosas sensaciones. No esperar recibir. Dar amor, cuidado, ayuda sin esperar nada más que la felicidad del otro.

16 de agosto de 2013

Historia II

Era un anciano que vivía solo en una casa amarilla. Todos los días iba a comprar al mismo negocio a la misma hora, paseaba por la misma plaza a la misma hora, y todos sabían a qué hora estaría en casa. Era viudo, y sus hijos vivian con sus respectivas familias en sus respectivas casas. No tenía siquiera un gato. Años viviendo con esa señora que algunos buscan pero cuando la encuentran ya no la quieren más. Soledad, dicen que se llama.

Como un día cualquier salió a comprar al mismo negocio de siempre. Se tomaba alrededor de una hora en realizar ese viaje. Para cualquiera puede parecer exagerado, pero él deseaba poder demorarse más. No quería volver a su casa, pero no tenía donde ir. Su vejez no le permitía recorrer más y la relación con soledad no le permitía ver más allá. Sólo esperaba que algun día un rayo cayera sobre él, un perro lo atacara, un meteorito lo golpeara, una lluvia lo ahogara, un auto lo chocara, pero nada de eso pasaba. Compró, como siempre, algún articulo escogido por la cantidad de monedas que tenía en su bolsillo. Esta vez fue el turno de un lápiz rojo. Se lo echó al bolsillo y
dio las gracias para emprender el camino de vuelta.

Los pensamientos siempre lo acompañaban. No le significaban algo malo, pues ya no tenía nada que perder. Miraba las cosas que tenía su camino todos los días. Miraba las mismas ventanas de las mismas casas, las mismas flores en los mismos suelos, los mismos arboles con las mismas ramas. Hasta el cielo parecía ser siempre el mismo.
Los minutos pasaron y se llevaron con ellos el camino de vuelta. El anciano se encontraba en su casa, listo para recibir con todo su cuerpo a su compañera, su brutal compañera soledad.

¡SORPRESA!

Confeti saltó por doquier. Aplausos comenzaron a sonar. El cumpleaños del anciano era hoy y sus hijos, nietos y amigos lo habían recordado.

Finalmente encontró lo que buscaba: Ahora estaba con su esposa.

29 de julio de 2013

La vida es una guerra

La guerra permite todo. 

Las personas no son personas, sino objetos que están ahí para atacar otros objetos. No hay sentimientos de nada entre desconocidos; y si los hay significan un gran riesgo para la propia integridad. Los únicos sentimientos existentes son los que hay entre amigos, sentimientos que ni la guerra puede romper. 


La vida misma es una guerra.

Sentimientos

A medida que uno va dando su idea el tiempo indiscutiblemente pasa arañando lo dicho; y al final (o simplemente más adelante), al mirar atrás, se ve una escultura que quién sabe a que museo va a ir a parar. Uno siempre tuvo la intención de que esa escultura quedara en una de las más recordadas vitrinas del único turista que está interesado en la obra, pero es difícil hacerle saber que eso está de cierta manera, ni tan exagerada ni tan reducida. La mira y teme; o la mira y la adora; o la mira y la mira, respira, la sigue mirando y ve como cierran el museo sin llegar a una conclusión. 
No hay apuro, pero tampoco es necesario razonar tanto como yo ahora lo hago. Se convierte en una tormenta el mundo al razonar demasiado. Mientras más pensamos, más cosas agregamos, más posibilidades de choque, más posibles ideas de posibles catástrofes hay, y así la tormenta aumenta. Pero como queremos salir a toda costa vivos de ahí, estúpidamente recurrimos al pensamiento ¿Más? ¿Para qué? No hay necesidad de razonar tanto, cuando de sentimientos se refiere. ¿Cómo detener una tormenta que ya comenzó y ya creció? No es llegar creyéndose Poseidón diciendo basta. Somos simples humanos con ideas complejas de lo simple. Creo que para detener una tormenta basta contemplar nuestra monstruosa creación, reírnos de la exageración que le dimos, de cómo creamos algo tan negativo tan fácilmente y entender que la realidad misma es una persona que nos habla. ¿Alguien se detiene a escuchar a la realidad? Casi nadie. Muchos dicen escucharla, pero en realidad están escuchándose a si mismo impulsados por las palabras de aquella dama, interpretando todo su discurso a su antojo. Por lo menos que fuera positivo siempre, pero varías veces se hace de manera negativa.

Muchos están siempre queriendo entender los porqué y terminan con ellos incrustados en el cuerpo. Como leí por ahí: “No preguntes cómo se consigue la mantequilla para tu pan; se te revolverá el estómago al enterarte, y cosas parecidas”. Es suficiente. No hay que perder la inocencia en los sentimientos. No hay que ensuciarlos con miedos ni con idealizaciones. No razonar, sólo sentir. Ser libre. Como si de una lienzo en blanco se tratara. Sólo pinten, y en caso de que no les guste lo que vean, cambien el lienzo, esperen un momento, distraiganse con otra cosa para no ser influenciados por la idea pasada y comiencen otra vez. Es cosa de sentir el nuevo comienzo, la nueva oportunidad y sacarle el máximo. Es arte, no ciencia.


No soy nadie para decir estas cosas y mis palabras no tienen una consistencia pura y real, pero pensando en todo lo que escribí, por última vez, e ideando positivamente, interpretenlas a su propio antojo; mas a mí no, por favor.

Mirando recuerdos

Cosas que pasan, cosas que se sienten, cosas que se viven. Ahora sólo pienso en el simple momento del sol, en como todo lo que pasa en esta vida puede ser tan inesperado dentro de lo esperado, como la espontaneidad está oculta dentro de los planes y como nosotros no la notamos. 

El tiempo en la mente vuela cuando se piensa, y la realidad queda coja cuando se vive. La mente se desespera y la realidad se burla. La mente mata, la realidad termina convirtiéndose en asesina.

Sólo basta mirar lo que tenemos y no pensar más allá. Que la espontaneidad predomine sobre los planes mentales que desesperan e impacientan. Que los momentos se aprovechen y eviten ser futuros recuerdos soslayados. Que todo sea armonía dentro del presente que será lo que siempre tendremos. No hay nada más que eso.

Por supuesto, la vida es un viaje

Los días son viajes, cada día es un lugar distinto y normalmente los pasamos sin tomar ningún recuerdo. Luego nos lamentamos por no haber recorrido de una linda manera todo el lugar y así es como también se nos va el lugar en el que actualmente estamos. Sorpresas en cada estación, 24 horas en cada una, y un mundo entero por conocer a lo largo de la línea.

La burbuja

Es increíble la suciedad que los pensamientos le dan a nuestra burbuja, pues creo que todos estamos en una burbuja. Nadie está tan consciente de todo como para no estarlo. La diferencia de quién esta en ventaja para enfrentar las cosas radica en qué tan clara es la visibilidad a través de esta, o que tanto la ensucian los propios pensamientos.

Historia I

Miro sus caras que pasan como si fueran postes a los lados de una carretera. Camino sin sentir que yo muevo mis piernas. Inercia del cuerpo después de la orden de caminar, siendo llevado por un vehículo de carne y hueso. Sólo escucho, miro y siento: Miro sus caras que se hacen más borrosas, miro al suelo y veo como pateo el aire alternando las piernas. Conexiones fugaces de miradas superficiales. No se detienen, y no me detengo. Escucho distintos sonidos que unidos producen armonía y me separan de los sonidos de la realidad espontánea. Sigo caminando. Siento como el tiempo no existe, como la noción del tic-tac no está presente. No hay recuerdos, no hay planes; no busco nada, no espero nada; no deseo nada y no extraño nada. Todo se reduce a un simple momento del que no se tiene noción. Repentinamente mis piernas desaparecen, la música se detiene, y las miradas ya no están. Ahora sólo veo el cielo que se mezcla con el cemento y luego de nuevo el cielo. Siento mi cuerpo y siento dolor. Mi realidad ahora es negra. No veo nada, no escucho nada, no siento nada.

Abro los ojos y veo blanco. Escucho voces que no conozco. No son parte de lo que venía escuchando. No son melodías que yo conozca. No son melodías. Pestañeo y aparecen ojos que me miran. Conexiones superficiales de miradas fugaces. No se detienen y quiero que se detengan. Escucho distintos sonidos que unidos producen confusión e intentan alejarme de mi realidad preparada. Sigo mirando. El tiempo ahora existe y junto con él aparecen las preguntas. ¿Dónde estoy?. Ahora conozco lo que significa recordar, pero no recuerdo cómo llegué a este lugar. Busco respuestas y espero escucharlas; deseo que la confusión se vaya y extraño la armonía. Todo se reduce a las miradas acosadoras que me atacan. Mis piernas están, y las puedo sentir bajo esa sábana blanca. Mi cuerpo está conectado a cosas que no recuerdo haber tenido. No siento dolor, pero sí confusión. Mi realidad es una sala con tanques de oxigeno, y cuatro personas a mi alrededor. Veo todo, escucho todo, siento todo.

—¿Dónde estoy?—me escucho preguntar.


Y sólo siento un beso en mi mejilla.

6 de julio de 2013

¿Pintemos?

"¿Qué interpretaría de mí si le dijera que posiblemente el amor esté a su lado físicamente, pero lejos aún si hablamos de tiempo? ¿Si le dijera que el amor lo tiene a su lado, pero le falta el color? Me trataría como un loco, pues ¿quién soy yo? Un total desconocido, un caminante nocturno. Bueno, decirle que ahora soy lo más cercano a usted, físicamente hablando, a no ser que prefiera referirse a su ropa, que está más cerca, pero eso no era mi punto. Mi punto es que tenemos pintura, pintura que no sabemos que es amor, la usamos inocentemente en otras superficies, intentando dibujar un corazón, pero la lluvia llega y el dibujo se va con ella. Nos desilusionamos, creemos que es una pintura inútil, que no hace perdurar ningún dibujo, pero llega el momento en que decidimos intentarlo una vez mas, con nuestro pincel a punto de perder su función, y sorpresa es cuando a pesar de las lluvias, de las tormentas, a pesar de cualquier cosa, la pintura sigue ahí, el dibujo aún no se ha ido. Bueno, ¿qué me diría ahora si le digo que deberíamos pintar? Otra vez pensará que estoy loco, bueno, tráteme de loco, no lo negaré, pero yo me considero un artista, recién nombrado por mí mismo, tengo mi pincel, no sé usarlo bien, pero sé que si se me permite pintar podre dibujar grandes obras. Ahora, también me podría decir: "usted está yendo muy rápido, esta actuando de manera apresurada". Yo le digo, ¿y si fuera lo contrario? ¿y si fuera ya tarde? ¿y si lo que usted cree es apresurarse en realidad es actuar a tiempo? ¿cómo sabemos eso? No, no lo sabemos, yo por lo menos no lo sé, y si usted lo sabe, adelante, dígame. Yo sólo la invito, como artista de este arte tan especial, a pintar durante esta noche."

Y a pesar de un montón de lluvias, tormentas y soles brillantes. El corazón que pintamos esa noche sigue ahí, e incluso más rojo que el primer día.

27 de febrero de 2013

Pensamientos Aleatorios

Pretendo escribir lo primero que se me venga a la mente, procurando no cometer faltas en cuanto a puntuación y esas cosas.


Me gusta escribir sobre lo que pienso.


Hay momentos en que estoy teniendo peleas, me pongo a analizar la manera de razonar de la otra persona y me dan ganas de escribirlo antes de que se me olvide, pero cuando la pelea termina los pensamientos ya se ocultan nuevamente. Ahí están, pero bajo una capa de polvo que cae después de los derrumbes no significativos, pero derrumbes al fin y al cabo, de la pelea. No me cuestiono si mi manera de pensar es correcta o no. Me hace sentir bien y eso me hace sentir (no pensar) que es correcta. Me gusta. Si bien en algunos momentos pareciera ser egoísta y fría, no lo es, es solo que lo veo de otra manera, pero eso no significa que pueda llegar a hacer daño porque sí a personas que quiero. Nunca.


Cada uno tiene lo que se merece.


Eso es algo que pienso: El equilibrio de la vida. Como uno, para obtener algo, debe perder otras cosas. Si quieres ser feliz, debes pasar momentos de tristeza. Si quieres conseguir algo material, debes invertir en un esfuerzo físico tremendo o en otras cosas materiales. Si haces algo malo, vas a pagar por haber hecho cosas que la VIDA debe hacer. Creo que después de la muerte hay algo bueno, una oportunidad. La oportunidad de poder empezar otra vez. Sí, la reencarnación. Es el castigo o premio más grande después de las miles de buenas o malas acciones realizadas en una vida.


Si naciste en un barrio pobre, en que la miseria y la tristeza han estado desde el comienzo, es señal de que en la vida anterior hiciste perder el equilibrio de la vida muchísimas veces y lo ideal sería que en esta nueva oportunidad hagas las cosas bien para tener o intentar conseguir una mejor vida. En cambio, si desde el comienzo has tenido una vida cómoda y feliz, es señal de que en la vida anterior fuiste una buena persona. Si tu vida es normal, tu vida pasada fue normal, ninguna alteración. Estoy seguro de tenemos ocultos bajo una capa gruesa de barro todos los recuerdos de nuestras vidas pasadas. Y aquel que logra recordarlo puede llamarse sabio.


Nos enseñan de pequeños la manera “correcta” o “ideal” de hacer las cosas. No está mal, para nada, lo que está mal es que te encierren en que esa es la única posibilidad de vida, está mal que te digan las cosas en vez de mostrártelas. La mejor manera de aprender es experimentando, no escuchando. Creo que los únicos consejos que debes seguir sólo con haberlo escuchado son los que puedan matarte físicamente. Aunque ciertamente esos son tan obvios que no es necesario que alguien te los diga. Pero por ejemplo: “No le digas esto porque yo lo he hecho antes y no me resultó”. Ese es uno de los consejos que más me molesta. ¿Cómo saben ellos que esta vez no va a resultar?. Y ahora, el que este leyendo esto que no cierre su mente con un “hmm pero sí sé que no va a resultar” A TI NO TE RESULTO Y TU APRENDISTE QUE NO RESULTA, PERO DEJA A OTRO LLEGAR A LA MISMA CONCLUSIÓN EXPERIMENTANDO, NO ESCUCHANDO. No sólo va a saber cierta cosa, pues de una sola experiencia se pueden inferir muchas otras cosas que pueden ayudar a la toma de decisiones en un futuro. Si sólo le dices que no lo haga y la otra persona no lo hace, va a perder la oportunidad de deducir esas otras cosas, y para cuando llegue un momento en que sean necesarias no va a tener la idea en la mente y más errores podrían cometer.


Cada uno se debe preocupar de sus problemas y ayudar al otro cuando esa persona hizo todo el esfuerzo posible por realizar alguna acción pero aun así no puede, o simplemente porque a la otra persona le haría bien un poquito de ayuda.