20 de febrero de 2015

Febrero de Mierda

Una cárcel de mierda es lo que es todo esto. Febrero es el peor mes del año sin duda alguna. Me encierra, sin plata para viajar, sin compañía, y sin la posibilidad de hacer nada. Me quita las energías, me desanima de manera extrema. Febrero no es para pasarlo solo. Quiero irme, pero debo esperar, y eso me desespera. De verdad, es una cárcel. Barrotes de soledad y pobreza emocional. Extraño todo lo que no tengo, y tengo más miedo que la mierda. Febrero me ha quitado todo. Lo odio, lo odio, lo odio.

28 de febrero de 2014

Hm

Y no sé. Tiempo ha pasado de la última vez que publiqué. Un mes. ¿Por qué escribo? Hm, no lo sé muy bien. Tengo pensamientos en mi cabeza, ideas sobre un tema específico, pero no quiero escribirlas acá.
A ratos, durante el día, intento conseguir ideas. No sé si será así, si estará bien o si ya lo he hecho así o si está mal porque nunca lo he hecho así y no funciona. Ya ni sé lo que escribo. Siento que he perdido, o quizás no tan así, quizás solo está escondido, mi pensamiento. A esto me refiero con mi forma de ver la vida, de concluir las cosas. Me siento normal, y no me gusta. Siento que pienso como cualquier otro ser humano de la tierra. Bueno, eso, no sé, ya perdí el hilo. No tengo ganas de recuperarlo. Eso es todo.

10 de enero de 2014

Historia III



Nadie les iba a decir nada. Nadie iba a intentar poner una palabra propia en esas tierras; no correspondía. Muchos escuchaban, a nadie le importaba, pero sí se interesaban. El morbo de la gente cuando cosas malas pasan en la cotidianeidad. Los que pasaban conseguían extraer un fragmento de lo que ambos hablaban y se daba por entendido que entre ellos algo malo había pasado. Malo, sí; una discusión en plena calle no es algo bueno. Menos aun si es entre dos personas que seguro en algún momento se miraron y sonrieron para compartir sólo entre ellos esa curvatura. Ahora había una curva por encima de los ojos, como intentando hacer fuerza para exprimir la mayor cantidad de palabras en defensa propia. ¿Defensa propia? Claro, eso se escuchaba al pasar por el lado. En ninguna palabra parecía existir la intención de aclarar una idea, o de solucionar un malentendido, o de aceptar y seguir avanzando, o de reconocer un error, o de perdonar. Sólo había palabras que culpaban y palabras que formaban víctimas. La noche oscurecía todo aun más.



Se separaron finalmente, pero sin duda uno más afectado que el otro. Él se quedó sentado, ella caminó para dónde encontraría un lugar que la haría sentir más segura. La gente dividía las miradas disimuladamente, como si quisieran decidirse por uno de ellos para darle el apoyo, sin embargo al poco tiempo ya habían olvidado quienes eran.



¿Qué habrá iniciado la discusión? ¿Querrán volverse a ver el día de mañana? ¿O en un rato más? ¿Fue decisión de ambos haberse alejado de ese modo? ¿Fue la mejor decisión? ¿Los hizo sentir mejor? ¿Se extrañarán?

Ella siguió caminando. Lloraba, miraba el suelo, se había cubierto la cabeza con el gorro de su polerón intentando buscar pronto un refugio para poder llorar en paz y entregarse al sentimiento. Deseaba llegar pronto a casa, lo deseaba más que nunca. Apuraba el paso. El camino parecía ser más eterno. En su mente no existía nada más que la imagen de la cara de quien hace un rato le gritaba. Sólo podía recordar las palabras que habían sido dichas. Era todo muy reciente, muy fresco como intentar eliminarlo. Como si de pintura fresca se tratara, intentar removerla esparciría todo por la tela o lo dejaría peor. Mejor era esperar a que se secara para pintar encima, pero con el corazón acelerado cuesta pensar de esta manera. Los recuerdos de los últimos minutos de su vida parecían ser los minutos de su vida entera. Los recuerdos agradables de un pasado ahora se veían horribles con el recuerdo de los últimos minutos de su vida. Sólo quería llegar a casa.



Él continuó sentado. No tenía donde ir. O bien, sí tenía, pero no conseguía nada con volver. ¿Realmente había gritado de ese modo? ¿Tanto había exagerado una cosa minúscula? ¿No deseaba haber evitado gritar de ese modo, haberse reído al haber escuchado las palabras que hizo crecer para hacerlas terminar en lo que ahora lo tenía sentado cuestionándose el mundo entero? ¿No deseaba eso? Levantaba la cabeza intentando volver a encontrarla, pero ya se había ido. Se cubría la cabeza con las manos queriendo reducir sus pensamientos a algo más simple, a algo que le permitiera, ahora, tomar una decisión que pudiera devolver el desarrollo de todo a un camino más agradable. ¿De verdad había gritado de ese modo? ¿De verdad?



Tomó su teléfono, marcó el número, escuchó el tono, escuchó el tono, escuchó el tono, escuchó el tono, miró su teléfono, escuchó el tono, cortó. Marcó otra vez y escuchó el tono y lo siguió escuchando hasta que otra vez cortó él. No le quería hablar, pensaba. Esperar hasta mañana era un opción, esperar a que las cosas se calmaran, esperar a que todo estuviera seco para pintarle encima. Incluso el negro puede quedar blanco, pensaba. Pero no podía esperar un segundo más sabiendo que el error había sido suyo. Sabía dónde ella había ido: su casa, obviamente. Caminó sus pasos. Pensó sus recuerdos. Tomó su teléfono nuevamente, pero realizó la misma acción anterior. Nada aun. Siguió caminando y luces rojas intermitentes le hicieron levantar la cabeza. Nada importante, pensó. Siguió caminando, siguió pensando. Pensaba sus palabras, pensaba las palabras exactas o la acción exacta a ser realizada para dar a entender que sabía que se había equivocado. Siguió caminando y llegó. Golpeo la puerta, golpeo la puerta y salió una mujer que él conocía.



—Hola, ¿cómo está?— preguntó en tono amable, suave y melancólico, pero sincero.

—Bien, bien, gracias, adelante —respondió la madre de la mujer que él buscaba.



Al entrar a la casa él preguntó inmediatamente por la hija de aquella mujer. Sorpresa.



— ¿No está?— preguntó sorprendido.

—No, pues, si se suponía que iba a estar contigo, eso me dijo a mí por lo menos.

—No, sí, si estuvimos juntos, pero ella recién se vino a casa. La vi venirse.

— ¿Y por qué la viniste a buscar otra vez? ¿Pelearon?

—Bueno, sí, peleamos, algo pequeño, pero eso venía a conversar con ella. ¿Dónde se habrá ido?

—Dímelo tú, acá no ha llegado.



El hombre salió de la casa, se quedó un momento afuera pensando en dónde podría haber estado. El teléfono marcaba, pero nadie contestaba. Se sentía horriblemente culpable en ese momento. ¿Dónde habrá ido? ¿Dónde estará? No ha pasado más de una hora, o quizás dos horas, no sabía, no pensaba en tiempo, no pensaba en nada más. Era el sentimiento de culpa lo que comenzaba a hacer crecer las sensaciones. Sólo esperaba que pudiera arreglar todo lo más pronto posible. Pensaba que quizás ella volvería al otro día a casa y que en ese momento debía ir a verla para aclarar todo. Darle su espacio, había sido su error, tenía que asumir consecuencias. Caminaba de vuelta, por los mismos pasos que hace un rato había marcado. Pensaba. Cómo le iba a costar dormir esa noche. Ya no había ninguna luz roja intermitente. Y sonó su teléfono. Era ella.



—Hola, amor—dijo inmediatamente al contestar—, perdón, sé que la embarré, de verdad, fue mi culpa ¿dónde estás? Hablemos por favor, permíteme solucionar esto, ¿dónde estás?

—Hola, disculpa, ¿habló con el pololo de romina? —sonó al otro lado del teléfono.



El hombre que buscaba solucionar todo sintió un latido, uno sólo muy fuerte al escuchar la voz de otra persona cuando esperaba escuchar la de ella. No pensó nada más y respondió rápidamente.



—Sí, sí, soy yo. ¿Dónde está ella? ¿Está por ahí? ¿La puedes poner al teléfono, por favor?

—Sí, está…

—Pásamela, por favor —respondió interrumpiéndolo.

—Está aquí, la llevamos al hospital.

— ¿Al hospital? ¿Qué onda? ¿Qué le paso?

— La atropellar…



Y sin esperar nada más corrió al hospital.



Llegó, no sentía nada, no le importaba nada, era la sensación de que algo grave le había pasado a ella más el sentimiento de culpa lo que le hacía sentir tal desesperación por verla. Sentía que si algo pasaba en ese momento no sabría a dónde correr, no sabría dónde mirar, ni que escuchar, ni que aceptar, ni que rechazar, no sabría nada. Corrió a la sala de urgencias, entró como si intentara salvar a alguien que ahí estaba atrapado, pero ella allí no estaba. Preguntó por su compañera casi gritando como lo había hecho un par de horas atrás. Corrió por los pasillos que parecían estar vacíos. Miraba las puertas, no sabía cuál era cual. Lo detuvieron. Le dijeron que no podía estar allí. El pedía verla, él sólo pedía verla. Hacía fuerzas por escaparse, por encontrar la puerta que tuviera su nombre. Sabía que no era así, pero sólo quería tener una noticia de ella, algo más, no que sólo estaba en un hospital después de haber sido atropellada. ¿Atropellada? ¿Cómo fue posible? La imaginaba siendo golpeada por ese auto, la imaginaba siendo elevada por el aire, imaginaba sus lágrimas cayendo desde más alto, imaginaba el polerón que hace un rato le había visto, imaginaba cómo las otras veces que usó ese polerón se veían tan dulce, se veía tan linda cuando sonreía, se veía tan hermosa cuando lo abrazaba con esa sonrisa. ¿Y ahora? Ella estaba ahí, en una de esas puertas, y él estaba forcejeando con gente que lo quería alejar de ella aún más. Lloraba, lloraba y pedía verla. Por favor, por favor, por favor. Esas palabras sonaban con tanta desesperación que decir que no a cualquiera le hubiera roto el corazón para ceder a un sí, pero en los hospitales es algo tan normal que la compasión sólo viene de antiguos desesperados, y ellos no estaban ahí esa noche para apoyarlo. Lo sacaron, lo calmaron, le insistieron en que todo iba a estar bien, y el sólo ocultó su cabeza entre sus manos intentando protegerse de cualquier posible mala realidad. Con sus manos mojadas en lágrimas recorría su cabeza, sus oídos y luego cubría su cara. Sentía el calor. Pedía ahora casi susurrando entre lágrimas que por favor lo dejaran verla. Le decían que la estaban cuidando, que estaba bajo el mejor cuidado, pero eso no era suficiente. Él quería verla, él quería verla, él quería verla. Y deseando eso cerró los ojos. Se prometía a él mismo que nunca más gritaría del modo que lo hizo. Se prometía a él mismo que nunca más la dejaría ir si en alguna otra ocasión discutían. Se prometía a él mismo que nunca más la dejaría sola. Se prometía a él mismo, pero luego se daba cuenta que necesitaba saber si ella saldría de allí y volvía a romper en lágrimas. Por favor, susurraba, por favor, por favor, por favor.



Finalmente alguien se le acercó con la clara intención de darle noticias. Pasillos vacíos, ecos, la situación se veía en blanco y negro. De lejos, en la oscuridad de ese lugar, se veía el hombre con el médico. El hombre de blanco se sentaba junto a él y él dejaba de sentir sus piernas, caía, lloraba, gritaba en silencio, algo en su interior buscaba la manera de escaparse, de dejar ese cuerpo que no le permitía expresarse para poder ser libre y sentir en su totalidad la pena, la desesperación, las sensaciones reprimidas, de no saber dónde ir, a quien recurrir, de no saber cuál ahora era el lugar seguro. Estaba en el suelo, cerraba los ojos y sentía un susurro en sus oídos, un susurro lejano que parecía alejarlo de la horrible realidad en la que vivía. Desierta, desierta, desierta. Lo escuchaba, se hacía más claro y más sentía lejos ese horrible pasillo, ese horrible mundo. Sintió un beso en su mejilla, los susurros eran más claros, más reales, más cercanos. De un momento a otro ya no eran susurros, era una voz clara. Y abrió los ojos.



—Amor, despierta— le decía la mujer que estaba a su lado.



Se incorporó, le costó un par de segundos entender que había estado durmiendo, que había soñado con un miedo, que nada había sido real. La miró, la abrazó, la besó y ella sonriendo ante esa muestra repentina de cariño lo abrazó, lo besó y le preguntó qué había pasado.



—Una pesadilla, amor. Nada más que eso.

24 de diciembre de 2013

Navidad

Si el día de navidad pongo el año en negativo (como se hace con las fotos) el 25 es un día normal y el resto es mi navidad. Mi año fue mi navidad. Conocí a quién me hace sonreír en el pensamiento y por las sensaciones, y tuve un año que de describirlo con una palabra la que más bien me hace sentir al decirla es: "Redondito"

23 de diciembre de 2013

I

Disparenme si miento al decir que no existe sensación más hermosa, más maravillosa que saber que a quien tú amas sabes que te ama del mismo modo y a su manera.

15 de diciembre de 2013

Para despedir, un abrazo. Para saludar, un beso.

Todo se basa en un abrazo, creo yo. Ahí es donde uno pone sus mejores deseos, el mayor Amor y un implícito, pero claro, vuelve pronto. Hombros que se humedecen, tal vez, y oídos que se encuentran con los susurros de labios que prontamente besarán. Palabras que van cargadas como nunca, palabras en las que uno confía plenamente que nos ayudarán en ese momento a dejar una buena, aunque un poco triste, sensación. Todo eso una vez que el simple y a la vez complejo abrazo se pause. Y digo pause porque se reanudara después de que ese tiempo de agonía soportable acabe. Si supiera que el abrazo significa el punto final, no conozco ser humano que desee ponerle fin a uno que por cuenta propia quiso dar.

Aquí te tengo, entre mis brazos, sin la más mínima intención de dejarte ir, pero sé que en algún momento lo tendré que hacer. Disfruto cada segundo que pasa y siento tus brazos presionándome como para que nos fusionemos. Alegría de saber que estoy aquí contigo y pena de saber que no te puedo llevar.

No he dicho una sola palabra porque dejé de confiar en ellas hace mucho tiempo. Las usé bastante en su tiempo de gloria, confiando en que me ayudarían a hacerte sentir o darte a entender qué es lo que pasa acá dentro, pero ni este texto expresa con exactitud las cosas que siento. Muchas veces las palabras me pusieron en una situación que nunca quise estar, pues tus oídos naturalmente sólo escuchan lo que sale de mi boca y no como vibra mi cabeza. No quiero arruinar nada más, no quiero ensuciar nada más, por eso prefiero el silencio. Cuantas veces me miraste como a un desesperado loco cuando intentaba ordenar mi cabeza usando mi garganta, y cómo aumentaba esa idea de mí cuando repentinamente me callaba porque me había dado cuenta de que todo lo que estaba diciendo te daría la idea que no estaba intentando explicar. Las palabras me daban esperanza; creía que sólo hablando se podía decir la verdad. ¿Qué sería de tu mente si escucharas estos pensamientos? Nuevamente una razón de por qué no he dicho una sola palabra desde que te envolví en mis brazos. Creo que basta esta acción para expresar con exactitud lo que siento. Nunca había sentido que existía algo más preciso que las palabras.

Lo que tú estés ahora pensando es un enigma. No quiero siquiera preguntarte, porque pareciera ser evidente. Sé que muchas veces pregunté lo evidente sólo para que se me repitiera, porque simplemente me gustaba escucharlo otra vez, como si fuera mi canción favorita. Muchas de tus palabras me encanta escucharlas dos, tres, cuatro veces. Muchas de tus acciones me gusta presenciarlas diez, veinte, treinta veces, como si fueran mi película favorita.

Antes de llegar aquí veníamos de la mano, sabiendo que luego las soltaríamos para estar así, tal cual estamos, abrazándonos. Yo tomando tu mano, tú tomando la mía, apretada, como si ellas se estuvieran despidiendo también, como si ellas se estuvieran abrazando tal cual lo estamos haciendo nosotros. Nuestras manos. Tus manos en mi pelo, tus manos en mí. Mis manos en tu cara acariciándola mientras tú tienes los ojos cerrados o miras a otro lado. Recuerdo las muchas veces que estábamos sumergidos en esa simple acción, silenciosa y hermosamente ruidosa por dentro, y tú girabas tu cabeza y entraban al escenario otros personajes: tus ojos. Recuerdo cómo nos miramos fijamente durante mucho tiempo y yo inmediatamente, o a veces después de un tiempo, sonreía porque me era inevitable no sentir esas ganas de sonreírte, de mostrarte de ese modo cuán feliz me hace estar en esa posición. Tú sonríes y yo no me resisto: los ojos se cierran y un beso entre nosotros ocurre. Mi situación favorita.

Pero acá estamos, acá estoy, recordando lo que no tendré por un tiempo. Me alegra saber que es sólo un tiempo. Ya empiezo a sentir cómo quieres soltarme, y sé que no lo haces porque no te guste, sino porque de seguro ya llevamos tiempo abrazados. No tengo ni una pequeña idea de cuánto tiempo ha pasado, sólo sé que estás aquí y que, por Dios, no quiero dejarte. Pero no voy a resistirme, no quiero alargar aún más esto. Quiero todo lo contrario: irme, disfrutar y volver con los mejores recuerdos, las mejores emociones y sin dudas las mayores ganas de volver a pasar tiempo contigo.

Me soltaste. Te miro, la fábrica de lágrimas está funcionando como si quisieran llenar un océano, pero lo contengo, lo contengo, lo contengo, lo contengo, lo contengo.

¿Y qué es de un abrazo cuando nos volvamos a ver?

No creo que tanto como lo ha sido en la despedida.

¿Y qué es de un beso cuando nos volvamos a ver?




10 de diciembre de 2013

A 10 años más

¿Y si nos pudieran dar una mirada fugaz a 10 años más adelante en nuestras vidas?
Veríamos gente desconocida que en esos momentos parece ser muy cercana a nosotros, quizás; y nos sentiríamos curiosos de conocerlos y saber cómo es que llegaron a ser lo que serán.
Estaríamos muy felices de ver que aún seguimos viendo a las mismas personas que hoy tenemos; y por el contrario, quizás lloraríamos de inmediato al notar la ausencia de otros.
Veríamos nuestros pies puestos en un lugar que quizás ni imaginamos que podríamos estar, y otra vez nos sentiríamos curiosos de saber cómo llegamos a ese lugar.
Nos miraríamos a nosotros mismos y bastaría ver la cara que uno tiene para saber si vamos por buen camino o tenemos que ser un poco más libres.

¿Y si no supiéramos que va a amanecer?

¿Y si no supiéramos que va a amanecer?
El día estaría lleno de gente con energía incluso si despertaron cansados. A nadie le importaría nada más que disfrutar, y mientras ven que el sol se va y así su luz, habría más gente corriendo queriendo cumplir sus deseos, o veríamos gente sentada en las calles sonriendo y disfrutando a su modo del supuesto único día. Otras quizás pasarían el día entero intentando mirar el sol como si fuera un cometa muy brillante que no verán nunca más en sus vidas. Otros estarían desde la mañana llorando, lamentándose de por qué se les dio una vida tan corta, pero estarían los que quieren hacer el bien en su supuesto único día y ayudarían al que no sonríe. Las noches serían melancolía pura o de agradecimiento eterno.

¿Y a la mañana siguiente?
Sorpresa para el melancólico: sorpresa para el que lloraba por haber cometido un error, pues ahora podrá intentarlo otra vez; sorpresa para el que lloraba por no haber actuado a tiempo, pues ahora podrá intentarlo otra vez, o continuar; sorpresa para todos los que lloran, porque tendrán otra oportunidad, ya sea para intentarlo otra vez o para sobreponer un mejor recuerdo sobre el del día anterior. Sorpresas para los que agradecieron, porque tendrán un nuevo día y sentirán que se les entregó porque hicieron bien el día anterior, y querrán hacerlo otra vez.

Pero no, uno da por sentado que despertará al otro día...
Y otros se dan por muertos cuando el sol se esconde...

28 de noviembre de 2013

25 de noviembre de 2013

Ítaca

"Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino" 
 
 

Souls


:)


¿Descansemos?


Lugares: Liechstenstein


Lugares: Austria


24 de noviembre de 2013

Disfrutar

Disfrutar consiste en sentir que nada malo va a pasar y que todo lo que se escucha, se ve y se siente es pura verdad. No cuestionarse absolutamente nada.

22 de noviembre de 2013

Simple I

Si hay algo hermoso, simple y maravilloso por hacer en esta vida es mirar las estrellas alejado de toda luz artificial y rodeado de naturaleza con la persona que uno primero piensa al imaginar tan magnifica situación.

R-Ojo




Muchísimas veces es uno el que tiene el ojo rojo y no es el mundo el que está mal.

La mañana

"Y dicen que no hay hombre en la tierra que haya llorado en la mañana por un problema de la noche pasada"
  -Estudiante

17 de octubre de 2013

Sinceridad

Y cuando digo Amor, digo todo lo que es amor...

No es mi culpa que las otras personas mientan, no es mi culpa que las otras personas den ideas falsas de amor, no es mi culpa que las otras personas no se respeten entre ellas, no es mi culpa que las otras personas hagan cosas que no correspondan.

Yo sé que lo que digo es todo verdad, y desearía que la inocencia volviera a esas mentes que ya fueron ensuciadas no por experiencias, sino por historias.

Suenan...

Prefiero escucharte decir que tienes que volver a casa, a escribir en soledad mientras escucho las campanas

16 de octubre de 2013

Y una y otra y una vez más...

Me pierdo aun más en este océano de sentimientos cuando recuerdo su sonrisa y cuando recuerdo

13 de septiembre de 2013

Y todo estará bien

Dime que mi mal día terminará
Dime que estaré bien
Dime que todo se calmará
Dime que es sólo una etapa
Dime que no deje mis miedos dominar
Dime que no tengo la razón en todo
Dime que soy una persona normal
Dime que nada grave está pasando
Dime que no me preocupe
Dime que no soy el único en el mundo que piensa estas cosas
Dime que todo va a estar bien
Dime que es fácil
¿Lo es?
Entonces sonríe, búrlate de mí, dime Tonto
repiteme que me quede tranquilo,
que todo va a estar bien
Entonces sonreiré
Y de paso me ayudarás a controlar y eliminar
todas la sensaciones que no quiero
arruinen otro Lindo momento de mi vida.

28 de agosto de 2013

Por una vez en la vida

Imagino si nos dieran posibilidades concretas de hacer por una única vez y sin vuelta atrás cosas imposibles, o que por ahora suenan totalmente imposibles.

Imagino que por una vez en la vida podemos decidir hacer que el tiempo no avance.
Imagino que por una vez en la vida podemos eliminar por completo una sensación.
Imagino que por una vez en la vida podemos decidir entre sentir o pensar lo que sólo una persona piensa o siente, con el consentimiento de la otra persona. Algo así como un intercambio de cerebro o corazón. Sólo uno de los dos.
Imagino que por una vez en la vida podemos volar como si fuéramos un pajarito.
Imagino que por una vez en la vida podemos teletransportarnos, ida y vuelta, donde queramos.
Imagino que por una vez en la vida podemos saber qué pasará en cierto momento de nuestras vidas.
Imagino que por una vez en la vida podemos adelantar el tiempo.
Imagino que por una vez en la vida podemos revivir un momento.
Imagino que por una vez en la vida podemos cambiar algo del pasado.

Me costaría mucho decidir entre qué momento quiero detener el tiempo, o qué sensación eliminar, o en qué momento sentir lo que otra persona siente, o poder volar, o teletransportarme, o adelantar el tiempo.
Sé que no querría saber qué va a pasar en un determinado momento en el futuro y tampoco querría cambiar algo del pasado, sin embargo, pienso mucho en mi futuro y siempre estoy recordando.
Si esas posibilidades estuvieran en forma de pastillas, serían lo más apreciado del universo.
Y estoy seguro de que moriría sin haber ocupado una sola.
A menos que supiera que estoy a punto de morir, entonces sólo elegiría revivir un momento.

25 de agosto de 2013

Para la vida

Una de las simples acciones que trae bastante felicidad y buenas sensaciones es ayudar a otros, hacerlos felices. Olvidarse de uno mismo por unos momentos y dar grandes y hermosas sensaciones. No esperar recibir. Dar amor, cuidado, ayuda sin esperar nada más que la felicidad del otro.

16 de agosto de 2013

Historia II

Era un anciano que vivía solo en una casa amarilla. Todos los días iba a comprar al mismo negocio a la misma hora, paseaba por la misma plaza a la misma hora, y todos sabían a qué hora estaría en casa. Era viudo, y sus hijos vivian con sus respectivas familias en sus respectivas casas. No tenía siquiera un gato. Años viviendo con esa señora que algunos buscan pero cuando la encuentran ya no la quieren más. Soledad, dicen que se llama.

Como un día cualquier salió a comprar al mismo negocio de siempre. Se tomaba alrededor de una hora en realizar ese viaje. Para cualquiera puede parecer exagerado, pero él deseaba poder demorarse más. No quería volver a su casa, pero no tenía donde ir. Su vejez no le permitía recorrer más y la relación con soledad no le permitía ver más allá. Sólo esperaba que algun día un rayo cayera sobre él, un perro lo atacara, un meteorito lo golpeara, una lluvia lo ahogara, un auto lo chocara, pero nada de eso pasaba. Compró, como siempre, algún articulo escogido por la cantidad de monedas que tenía en su bolsillo. Esta vez fue el turno de un lápiz rojo. Se lo echó al bolsillo y
dio las gracias para emprender el camino de vuelta.

Los pensamientos siempre lo acompañaban. No le significaban algo malo, pues ya no tenía nada que perder. Miraba las cosas que tenía su camino todos los días. Miraba las mismas ventanas de las mismas casas, las mismas flores en los mismos suelos, los mismos arboles con las mismas ramas. Hasta el cielo parecía ser siempre el mismo.
Los minutos pasaron y se llevaron con ellos el camino de vuelta. El anciano se encontraba en su casa, listo para recibir con todo su cuerpo a su compañera, su brutal compañera soledad.

¡SORPRESA!

Confeti saltó por doquier. Aplausos comenzaron a sonar. El cumpleaños del anciano era hoy y sus hijos, nietos y amigos lo habían recordado.

Finalmente encontró lo que buscaba: Ahora estaba con su esposa.

29 de julio de 2013

La vida es una guerra

La guerra permite todo. 

Las personas no son personas, sino objetos que están ahí para atacar otros objetos. No hay sentimientos de nada entre desconocidos; y si los hay significan un gran riesgo para la propia integridad. Los únicos sentimientos existentes son los que hay entre amigos, sentimientos que ni la guerra puede romper. 


La vida misma es una guerra.

Sentimientos

A medida que uno va dando su idea el tiempo indiscutiblemente pasa arañando lo dicho; y al final (o simplemente más adelante), al mirar atrás, se ve una escultura que quién sabe a que museo va a ir a parar. Uno siempre tuvo la intención de que esa escultura quedara en una de las más recordadas vitrinas del único turista que está interesado en la obra, pero es difícil hacerle saber que eso está de cierta manera, ni tan exagerada ni tan reducida. La mira y teme; o la mira y la adora; o la mira y la mira, respira, la sigue mirando y ve como cierran el museo sin llegar a una conclusión. 
No hay apuro, pero tampoco es necesario razonar tanto como yo ahora lo hago. Se convierte en una tormenta el mundo al razonar demasiado. Mientras más pensamos, más cosas agregamos, más posibilidades de choque, más posibles ideas de posibles catástrofes hay, y así la tormenta aumenta. Pero como queremos salir a toda costa vivos de ahí, estúpidamente recurrimos al pensamiento ¿Más? ¿Para qué? No hay necesidad de razonar tanto, cuando de sentimientos se refiere. ¿Cómo detener una tormenta que ya comenzó y ya creció? No es llegar creyéndose Poseidón diciendo basta. Somos simples humanos con ideas complejas de lo simple. Creo que para detener una tormenta basta contemplar nuestra monstruosa creación, reírnos de la exageración que le dimos, de cómo creamos algo tan negativo tan fácilmente y entender que la realidad misma es una persona que nos habla. ¿Alguien se detiene a escuchar a la realidad? Casi nadie. Muchos dicen escucharla, pero en realidad están escuchándose a si mismo impulsados por las palabras de aquella dama, interpretando todo su discurso a su antojo. Por lo menos que fuera positivo siempre, pero varías veces se hace de manera negativa.

Muchos están siempre queriendo entender los porqué y terminan con ellos incrustados en el cuerpo. Como leí por ahí: “No preguntes cómo se consigue la mantequilla para tu pan; se te revolverá el estómago al enterarte, y cosas parecidas”. Es suficiente. No hay que perder la inocencia en los sentimientos. No hay que ensuciarlos con miedos ni con idealizaciones. No razonar, sólo sentir. Ser libre. Como si de una lienzo en blanco se tratara. Sólo pinten, y en caso de que no les guste lo que vean, cambien el lienzo, esperen un momento, distraiganse con otra cosa para no ser influenciados por la idea pasada y comiencen otra vez. Es cosa de sentir el nuevo comienzo, la nueva oportunidad y sacarle el máximo. Es arte, no ciencia.


No soy nadie para decir estas cosas y mis palabras no tienen una consistencia pura y real, pero pensando en todo lo que escribí, por última vez, e ideando positivamente, interpretenlas a su propio antojo; mas a mí no, por favor.

Mirando recuerdos

Cosas que pasan, cosas que se sienten, cosas que se viven. Ahora sólo pienso en el simple momento del sol, en como todo lo que pasa en esta vida puede ser tan inesperado dentro de lo esperado, como la espontaneidad está oculta dentro de los planes y como nosotros no la notamos. 

El tiempo en la mente vuela cuando se piensa, y la realidad queda coja cuando se vive. La mente se desespera y la realidad se burla. La mente mata, la realidad termina convirtiéndose en asesina.

Sólo basta mirar lo que tenemos y no pensar más allá. Que la espontaneidad predomine sobre los planes mentales que desesperan e impacientan. Que los momentos se aprovechen y eviten ser futuros recuerdos soslayados. Que todo sea armonía dentro del presente que será lo que siempre tendremos. No hay nada más que eso.

Por supuesto, la vida es un viaje

Los días son viajes, cada día es un lugar distinto y normalmente los pasamos sin tomar ningún recuerdo. Luego nos lamentamos por no haber recorrido de una linda manera todo el lugar y así es como también se nos va el lugar en el que actualmente estamos. Sorpresas en cada estación, 24 horas en cada una, y un mundo entero por conocer a lo largo de la línea.

La burbuja

Es increíble la suciedad que los pensamientos le dan a nuestra burbuja, pues creo que todos estamos en una burbuja. Nadie está tan consciente de todo como para no estarlo. La diferencia de quién esta en ventaja para enfrentar las cosas radica en qué tan clara es la visibilidad a través de esta, o que tanto la ensucian los propios pensamientos.

Historia I

Miro sus caras que pasan como si fueran postes a los lados de una carretera. Camino sin sentir que yo muevo mis piernas. Inercia del cuerpo después de la orden de caminar, siendo llevado por un vehículo de carne y hueso. Sólo escucho, miro y siento: Miro sus caras que se hacen más borrosas, miro al suelo y veo como pateo el aire alternando las piernas. Conexiones fugaces de miradas superficiales. No se detienen, y no me detengo. Escucho distintos sonidos que unidos producen armonía y me separan de los sonidos de la realidad espontánea. Sigo caminando. Siento como el tiempo no existe, como la noción del tic-tac no está presente. No hay recuerdos, no hay planes; no busco nada, no espero nada; no deseo nada y no extraño nada. Todo se reduce a un simple momento del que no se tiene noción. Repentinamente mis piernas desaparecen, la música se detiene, y las miradas ya no están. Ahora sólo veo el cielo que se mezcla con el cemento y luego de nuevo el cielo. Siento mi cuerpo y siento dolor. Mi realidad ahora es negra. No veo nada, no escucho nada, no siento nada.

Abro los ojos y veo blanco. Escucho voces que no conozco. No son parte de lo que venía escuchando. No son melodías que yo conozca. No son melodías. Pestañeo y aparecen ojos que me miran. Conexiones superficiales de miradas fugaces. No se detienen y quiero que se detengan. Escucho distintos sonidos que unidos producen confusión e intentan alejarme de mi realidad preparada. Sigo mirando. El tiempo ahora existe y junto con él aparecen las preguntas. ¿Dónde estoy?. Ahora conozco lo que significa recordar, pero no recuerdo cómo llegué a este lugar. Busco respuestas y espero escucharlas; deseo que la confusión se vaya y extraño la armonía. Todo se reduce a las miradas acosadoras que me atacan. Mis piernas están, y las puedo sentir bajo esa sábana blanca. Mi cuerpo está conectado a cosas que no recuerdo haber tenido. No siento dolor, pero sí confusión. Mi realidad es una sala con tanques de oxigeno, y cuatro personas a mi alrededor. Veo todo, escucho todo, siento todo.

—¿Dónde estoy?—me escucho preguntar.


Y sólo siento un beso en mi mejilla.

6 de julio de 2013

¿Pintemos?

"¿Qué interpretaría de mí si le dijera que posiblemente el amor esté a su lado físicamente, pero lejos aún si hablamos de tiempo? ¿Si le dijera que el amor lo tiene a su lado, pero le falta el color? Me trataría como un loco, pues ¿quién soy yo? Un total desconocido, un caminante nocturno. Bueno, decirle que ahora soy lo más cercano a usted, físicamente hablando, a no ser que prefiera referirse a su ropa, que está más cerca, pero eso no era mi punto. Mi punto es que tenemos pintura, pintura que no sabemos que es amor, la usamos inocentemente en otras superficies, intentando dibujar un corazón, pero la lluvia llega y el dibujo se va con ella. Nos desilusionamos, creemos que es una pintura inútil, que no hace perdurar ningún dibujo, pero llega el momento en que decidimos intentarlo una vez mas, con nuestro pincel a punto de perder su función, y sorpresa es cuando a pesar de las lluvias, de las tormentas, a pesar de cualquier cosa, la pintura sigue ahí, el dibujo aún no se ha ido. Bueno, ¿qué me diría ahora si le digo que deberíamos pintar? Otra vez pensará que estoy loco, bueno, tráteme de loco, no lo negaré, pero yo me considero un artista, recién nombrado por mí mismo, tengo mi pincel, no sé usarlo bien, pero sé que si se me permite pintar podre dibujar grandes obras. Ahora, también me podría decir: "usted está yendo muy rápido, esta actuando de manera apresurada". Yo le digo, ¿y si fuera lo contrario? ¿y si fuera ya tarde? ¿y si lo que usted cree es apresurarse en realidad es actuar a tiempo? ¿cómo sabemos eso? No, no lo sabemos, yo por lo menos no lo sé, y si usted lo sabe, adelante, dígame. Yo sólo la invito, como artista de este arte tan especial, a pintar durante esta noche."

Y a pesar de un montón de lluvias, tormentas y soles brillantes. El corazón que pintamos esa noche sigue ahí, e incluso más rojo que el primer día.

27 de febrero de 2013

Pensamientos Aleatorios

Pretendo escribir lo primero que se me venga a la mente, procurando no cometer faltas en cuanto a puntuación y esas cosas.


Me gusta escribir sobre lo que pienso.


Hay momentos en que estoy teniendo peleas, me pongo a analizar la manera de razonar de la otra persona y me dan ganas de escribirlo antes de que se me olvide, pero cuando la pelea termina los pensamientos ya se ocultan nuevamente. Ahí están, pero bajo una capa de polvo que cae después de los derrumbes no significativos, pero derrumbes al fin y al cabo, de la pelea. No me cuestiono si mi manera de pensar es correcta o no. Me hace sentir bien y eso me hace sentir (no pensar) que es correcta. Me gusta. Si bien en algunos momentos pareciera ser egoísta y fría, no lo es, es solo que lo veo de otra manera, pero eso no significa que pueda llegar a hacer daño porque sí a personas que quiero. Nunca.


Cada uno tiene lo que se merece.


Eso es algo que pienso: El equilibrio de la vida. Como uno, para obtener algo, debe perder otras cosas. Si quieres ser feliz, debes pasar momentos de tristeza. Si quieres conseguir algo material, debes invertir en un esfuerzo físico tremendo o en otras cosas materiales. Si haces algo malo, vas a pagar por haber hecho cosas que la VIDA debe hacer. Creo que después de la muerte hay algo bueno, una oportunidad. La oportunidad de poder empezar otra vez. Sí, la reencarnación. Es el castigo o premio más grande después de las miles de buenas o malas acciones realizadas en una vida.


Si naciste en un barrio pobre, en que la miseria y la tristeza han estado desde el comienzo, es señal de que en la vida anterior hiciste perder el equilibrio de la vida muchísimas veces y lo ideal sería que en esta nueva oportunidad hagas las cosas bien para tener o intentar conseguir una mejor vida. En cambio, si desde el comienzo has tenido una vida cómoda y feliz, es señal de que en la vida anterior fuiste una buena persona. Si tu vida es normal, tu vida pasada fue normal, ninguna alteración. Estoy seguro de tenemos ocultos bajo una capa gruesa de barro todos los recuerdos de nuestras vidas pasadas. Y aquel que logra recordarlo puede llamarse sabio.


Nos enseñan de pequeños la manera “correcta” o “ideal” de hacer las cosas. No está mal, para nada, lo que está mal es que te encierren en que esa es la única posibilidad de vida, está mal que te digan las cosas en vez de mostrártelas. La mejor manera de aprender es experimentando, no escuchando. Creo que los únicos consejos que debes seguir sólo con haberlo escuchado son los que puedan matarte físicamente. Aunque ciertamente esos son tan obvios que no es necesario que alguien te los diga. Pero por ejemplo: “No le digas esto porque yo lo he hecho antes y no me resultó”. Ese es uno de los consejos que más me molesta. ¿Cómo saben ellos que esta vez no va a resultar?. Y ahora, el que este leyendo esto que no cierre su mente con un “hmm pero sí sé que no va a resultar” A TI NO TE RESULTO Y TU APRENDISTE QUE NO RESULTA, PERO DEJA A OTRO LLEGAR A LA MISMA CONCLUSIÓN EXPERIMENTANDO, NO ESCUCHANDO. No sólo va a saber cierta cosa, pues de una sola experiencia se pueden inferir muchas otras cosas que pueden ayudar a la toma de decisiones en un futuro. Si sólo le dices que no lo haga y la otra persona no lo hace, va a perder la oportunidad de deducir esas otras cosas, y para cuando llegue un momento en que sean necesarias no va a tener la idea en la mente y más errores podrían cometer.


Cada uno se debe preocupar de sus problemas y ayudar al otro cuando esa persona hizo todo el esfuerzo posible por realizar alguna acción pero aun así no puede, o simplemente porque a la otra persona le haría bien un poquito de ayuda.

3 de noviembre de 2012

Consejo I

Antes de tener la intención de empezar de nuevo asegúrate de haber pagado todas tus deudas. No vaya a ser que lleguen a cobrarte en tu nuevo comienzo y te arrastren al pasado otra vez.

23 de julio de 2011

Upa!

Desde hace tiempo que me di cuenta de que subir el cerro es una perfecta acción para ser utilizada en una analogía con la vida.

empezamos por caminar a través del escabroso terreno, siguiendo normalmente un sendero, del cuál a veces nos perdemos lo que hace que el camino sea un poco mas cansador. volvemos a encontrar el sendero, seguimos subiendo. A medida que subimos, nuestras energías son menores porque ya llevamos mas tiempo; pero también, a medida que subimos, vamos adquiriendo mas experiencia, superando rocas, arboles, etc. A veces el camino esta ultra empinado y debemos preocuparnos muchisimo sobre los pasos que damos, no podemos pisar mal o caeremos! tampoco sirve de mucho mirar el camino que nos queda por recorrer, porque podemos decir; "aaaaah queda mucho, mejor me quedo aqui" y asi se rinden, o reclaman. Si miran lo que han pasado, se pueden sentir orgullosos de que ahora esten mas alto que antes (: Para eso tal vez sirve mirar atrás, para sentirse orgulloso de lo que has conseguido y tener fuerzas para seguir subiendo!

15 de julio de 2011

Sofá

Cuando uno recién está empezando una relación con otra persona es como si empezaran a levantar un sofá. Uno por un lado y otro por el otro. Y tuvieran que caminar por muchos lugares; terrenos suaves y escabrosos; altos y bajos; duros y blandos; etc.

A veces una de las personas se esfuerza más por llevar el sofá y quedan de esta forma:

El que se esfuerza arrastra el sofá sin la ayuda del otro. con el tiempo el sofá se hará pedazos y el que lo lleva ya no podrá más, o sólo llevará escombros


Hay veces en que uno de los dos se obsesiona con todo y levanta mucho el sofá:


Es probable que el que eleva el sofá no se de cuenta de que le molesta al otro (problema de comunicación) y la otra persona no resistirá y lo botará


Por eso hay que mantener un altura cómoda y agradable para ambos. Hablando cuando no se sientan cómodos. Al final se sentarán en el sofá que transportaron para ver la película de su descendencia.




9 de julio de 2011

Cómoda Posición

Cuando uno conoce a alguien fingiendo es como estar en una posición incómoda y con algo en las manos. Ese algo, a causa de nuestra incomoda posicion, caerá muuuuuy pronto junto con nosotros.

Si conocemos a alguien siendo nosotros mismos es como estar con algo en las manos en la posición más cómoda posible. Ese algo, gracias a nuestra cómoda posición, difícilmente caerá, aunque puede caer si nosotros mismos lo botamos o si tropezamos con un gran obstáculo, que al intentar pasarlo, perdemos el equilibrio y cae nuestro "algo". Aunque no siempre es así.

Hay veces que mientras vamos caminando en nuestra cómoda posición debemos dar un salto, ya sea para seguir nuestro camino o para conseguir elementos extras que hacen mas agradable el trayecto. Pero ¿Cómo dar ese salto sin dejar caer nada? Aquí es cuando entran tus propias reflexiones o los consejos de los demás. Disponemos de cierta cantidad de tiempo. No hay que apurarse, porque podemos dar un salto poco preparado y nuestro "algo" puede caer o puede darnos un graaaan susto; pero tampoco podemos demorarnos mucho, porque puede ser muy tarde y nos pueden llegar ataques o ladrones.

No todo es armonía en el trayecto, existe gente que quiere que caiga el "algo" que llevas lanzandote bombas!
uno simplemente tiene que seguir fuerte... porque no son grandes bombas. Tambien hay ladrones que van por tu espalda y corren a robar tu "algo" pero no te preocupes, porque si tu "algo" realmente te pertenece, activará un metodo de defensa que le hará daño al ladrón y no dejará que éste lo tome.

No olvidemos que hay gente siguiendo un camino parecido al nuestro y muy cerca de nosotros... hay veces que su camino se cruza con el nuestro y ahí recien conocemos a esa persona, siendo que estuvo a nuestro lado todo el tiempo. También se cruzan personas que vienen de caminos muy lejanos, pero que acomodán el suyo para seguir junto al nuestro. Cada persona que se cruza en tu camino, te enseña algo y te ayuda a seguir con mas facilidad el tuyo... y muchas cosas mas que no se me ocurren ahora. :)

4 de julio de 2011

Suprimir error

Vi un comercial en el que mostraban a los dinosaurios sufriendo el ataque que acabó con su raza en todo el mundo y eso, sumando a mi pensamiento de que somos un experimento, me hizo pensar lo siguiente:

Los dinosaurios fueron los reyes del planeta, los más poderosos físicamente. Los creadores pensaron que con fuerza física esta raza lograría mantener el planeta, pero no fue así y para terminar con este error y comenzar una raza nueva, que previamente habia sido diseñada, lanzaron un meteorito para acabar con todos los dinosaurios pero que a la vez no terminara con las otras formas de vida.

Nosotros somos los acutales reyes del planeta, podemos destruir y construir, no tenemos fuerza física pero si tenemos la capacidad de razonar y pensar en cosas muy abstractas, que es nuestra fuerza. No hemos podido vivir armónicamente sin alterar el equilibrio de la naturaleza y si esto sigue así, terminaremos muertos como los dinosaurios por ser considerados otro error. si no actuamos rapido, moriremos!

3 de octubre de 2010

Errores

Son sólo unas cosas que pasan, significativas o no, malas o buenas, hay que aceptarlas, y agradecerlas...
cometeré todos los errores que pueda, ahora que no llevo muchos años en el mundo, para mas adelante vivir con mucha experiencia... por eso los niños son los mejores maestros.
hay que aprender de los errores ajenos... y de los propios.. pero mas de los ajenos.
los peores errores son los que se cometen cuando ya todo esta acabando, no hay vuelta atrás, no hay tiempo para corregir, no hay tiempo para lamentarse, no hay tiempo
tal como en cualquier juego... si cometes un error al principio, aprendes y si sabes manejar el juego, ganas, porque tienes tiempo para reflexionar y pensar como evitar cometerlo nuevamente; si lo cometes al final, no hay tiempo para reflexionar, solo para perder lamentándose y maldiciendo.

8 de febrero de 2009

Guitarra



me akuerdo cuando empeze a tokar... mi papa compró una guitarra acustica era linda sonaba biem, i en mi eskuela la profe de musik pregunto q qn keria aprender guitarra, io levante la mano i desde ahi fue cuando me meti en el mundo de las guitarras.

cada semana tenia q ir despues de clases a tokar, me enseñaron los acordes, me enseñaron como cambiar rapido i todo lo aprendi rapidamente ! :D la primera cancion q me aprendi fue el gorro de lana jaja. no me la aprendi entera pero si un pedazo. esos dias no practocaba muxo.. solo cuando tenia q tokar lo hacia.

con el tiempo empeze a tokar en casa xq keria, i ahi fue cuando x primera vez kise sakar una de las canciones q io eskuaba siempre, "adam's song de blink 182" buske en internet como se tokaba i enkontre algo de tablaturas. pff no tenia idea de lo q era.. salian unos numeros i rayas.. no entendia nada !!! hasta q empeze a relacionar i aprendi a leerlas ! :)

con el tiempo fui aprendiendo la cancion q keria sakar.. me kostaba tokarla.. pero con el tiemp se fue mejorando hasta cuando la pude tokar perfectamente. :D

cuando habian canciones q keria sakar pero eran muy dificiles me daba por vencido altiro.. pero un dia pense.. tengo guitarra, tengo manos... xq no puedo tokar eso? .. asi q decidi aprenderla .. practica practica practica... hasta q la sake:D i ese pensamiento q tuve no ha salido de mi kabeza !!

ahora llevo 2 años tokando... iwal harto ... peroa skjasdjsaldjsakldjls :D

soi feliz con mi guitarra... pero kiero una elektrika luego !!! para empezar mi banda !! :D

2 de noviembre de 2008

Red Jumpsuit Apparatus

El mejor grupo que he escuchado! la primera vez q lo escuche fue el 8 de enero de 2008, estaba de vacaciones en la playa y hacía lo que mas me gusta hacer... JUGAR, estaba jugando en mi hermoso play station, un juego de motos (Mx vs ATV: Untamed), en ese juego siempre escuchaba una canción que me hacia sentir tan bieen !.
Cuando llegué a mi casa anoté el nombre de la canción y del grupo:Face Down - Red Jumpsuit Apparatus, la bajé y no paré de escucharla. amo esa canción me gusta como suena, me da energía !! me hace sentir increiblemente bieen !! :D
Empezé a bajar más canciones de ese grupo, la seguda que baje fueFalse Pretense, también la amé *-*. después empezé a investigar sobre el grupo, ahí supe que el nombre fue escogido al azar poniendo palabras en una pared, y ahí los integrantes del grupo seleccionaron tres palabras: Red Jumpsuit Apparatus (en español: El aparato del mono rojo), también supe que se querían llamar umbrella ninjas y evil slamina (animals live al revés).
Descargué su album Don't You Fake It y se convirtió en mi álbum favorito, me gustaría verlos algun día en vivo, pero aquí en chile nose puede porque es un país penca...